HISTORIAS DE LA CONFINACIÓN DÍA 9
CÉSAR FARRÉS
Hace un día radiante, el mayoritario cese de las actividades industriales así como los reducidos desplazamientos innecesarios, nos están dejando respirar un aire que por lo que dicen los medios, nunca habíamos gozado en mi querida, hoy mas que ayer, Barcelona. Son días que sin saber porqué son especiales desde el momento en el que te levantas…. Sí, era así.
Ahora, en este período pandémico, confinado, desconfiado, individual, telemático, diferido, cautivo, virtual sin casualidades apenas, tendremos que conservar y poder saber explicar los sentimientos mas cercanos. Los muñequitos del whatsapp habrá que dejarlos de lado, e inventar nuevas fórmulas mas sinceras para poder sentir la realidad de un abrazo o de un beso o de una expresión con toda el alma.
¿Como transmitir aquellas complicidades que con una mirada sabías ver?
La risa, el desánimo, la felicidad la filosofía simple pero siempre bienvenida tras una copa y otra…, la amistad… Como?. Intentaré recuperar sensaciones.
Hoy es un día perfecto, especial. Lou Reed nos lo transmite muy bien.
Tendré que ir al Espacio 1 (Super), y comprar el mejor helado que encuentre. Comtesa??? Ufff ni al peor de mis enemigos. Él sabe todos los misterios de la elaboración más compleja del arte de la repostería, no es lo mas indicado para un día como hoy. Aquellos privilegiados hojaldres que me había hecho probar, no los hay ni los habrá. Seguro que podré encontrar un Macallan 12, a los tres siempre nos ha gustado. Pasadas unas horas de charlas profundas, música, arquitectura, detalles, creatividad desbordante, apoyos en decisiones difíciles, respaldos, preocupaciones compartidas, risas y mas risas estaríamos cerca de tocar el cielo.
Ahora desde casa confinado solo puedo decir FELICIDADES AMIGOS!!!!