HISTORIAS DE LA CONFINACIÓN DÍA 15+1
CéSAR FARRÉS
La rutina empieza a hacer mella, ya empiezo a no dar importancia al grotesco invasor de nuestros cuerpos y espíritus. Las historias las tendré que sacar de mi chistera.
La muerte de la vecina del 2º 1ª ha convulsionado a toda la escalera.
La tos seca retumbaba por todo el edificio, los del 2º 2ª envueltos en toallas gigantescas, casi diría cortinas, salían al rellano pidiendo ayuda. Ramona, la difunta vivía con su hermana, pero esta era incapaz de reaccionar tras el fatal desenlace.
Una llamada telefónica de la Presidenta de la Comunidad me aclara las circunstancias y detalles de la trágica pérdida. Efectivamente, tenía todos los síntomas, la tráquea árida, fiebre alta y la tos que oíamos constantemente,
pero mi intuición me decía que esa tos no,.. no me parecía a mi que…
Dos personajes desconocidos aparecieron como buitres una hora después de conocer la noticia. Venían a lo que venían, nunca los había visto.
Eran dos primos del hijo de Ramona, Simón, fallecido años atrás en un banal per no ineficaz accidente, le cayó una señal de tráfico en la cabeza, y cuando se levantaba un autobús de esos dobles, esquivando dicha señal, se lo llevo por delante… una pena enorme.
Hablando con las vecinas, los primos etc..etc.., todos ellos consternados y con el rostro, tengo que decir no muy alterado, renegaban constantemente del Virus invasor. Si no hubiese sido por esta pandemia…, que mala suerte…, pobre Ramona, blablablá, blablablá….
Para romper el hielo y también por curiosidad, se me ocurrió preguntar,…
perdón pero ahora Ramona cuantos años tendría…?
Los primos, al unísono respondieron 108.