Monos

Juan Garcia de Oteyza

Durante toda la infancia de mis hijos les llevé de forma habitual al Zoológico. Con esa excusa yo disfrutaba de lo lindo viendo todo tipo de animales.
El estampado de las jirafas,el color rosa anaranjado de los flamencos, los felinos, pero sobretodo los primates.
No es fácil aguantar la mirada de un orangután sin sentir que, en cierta medida, es como tu primo. Además era inevitable no sentir lastima al verlos enrejados y deambulando como autómatas en el espacio reducido de sus jaulas.
Paradojas de la vida, ahora los enjaulados somos la humanidad entera que deambulamos como simios por nuestras celdas. Si esta situación excepcional que vivimos sirve para concienciarnos de que el hábitat natural de los animales no es ese,de algo habrá servido nuestro encierro.