Reflexión entretenida 23
Joan Crosas
Lunes por la tarde. Ha hecho un día feo con lluvias intermitentes a casi todas horas. Desde casa tampoco me he fijado mucho. Por la tarde parece que ha parado un buen rato. No me doy prisa en sacar a Terry, saldremos después del aplauso de las ocho.
Llueve un poco. Salimos igual. La calle más desierta si cabe. Los árboles ufanos y agradecidos con el agua caída. Paseo con las manos en el bolsillo, la cabeza algo bajada para evitar las gotas, dejando volar la imaginación. Terry a la suya de árbol en árbol y yo pendiente, de reojo, a cuando me toque recoger el regalito.
Me paro en Paseo de Sant Joan con Ausias March a esperar a Terry que se entretiene entre el verde de los parterres. En frente, en la puerta de un colmado, está su dueño fumando un cigarrillo. Estamos solos y le pregunto “¿Qué tal como te va? ¿Vendes? Hace un uf y nos liamos a hablar, bueno, se lía a hablar. Estamos tan faltados. Me cuenta las dificultades que pasa el sector de alimentación, cosa que ya sé, pero no le voy a cortar las ganas de hablar.
Empieza a llover más fuerte. Él, bajo el portal y yo, a cuatro metros sin el amparo de balcones. Hablamos de lo curioso que es, que comiendo todos igual, el total de las ventas de alimentos haya bajado una barbaridad. Esto es por lo mucho que consumen bares y restaurantes. Eso está bien.
Hago varios intentos para cortar la conversación. Es agradable y yo, también estoy faltado, pero es que está lloviendo cada vez más. Me estoy empapando. Él no se da cuenta. Finalmente nos despedimos.
Otra vez manos en los bolsillos, la cabeza gacha y de vuelta a casa. Son solo cuatro manzanas.
Las calles más desiertas todavía. Solo el sonido de las gotas al caer sobre las distintas superficies. Voy por el centro de la acera, sin resguardarme, dejando que la lluvia me siga calando. Con la que está cayendo, qué más da un poco de agua. Me gusta sentir esta lluvia. Levanto la cara y dejo que las gotas resbalen por mi rostro. Hay buen rollo. La lluvia y yo.
Llego a casa empapado. Me lavo las manos, me seco un poco el pelo, limpio las gafas y me pongo a escribir.