Reflexión entretenida 30
Joan Crosas
Disfruto de la nítida luz de la mañana, ahora limpia como la de la alta montaña, leyendo el periódico al sol. Me quedo con un artículo menor donde Antoni Trilla, médico del Hospital Clínic entre otras cosas, explica que pasa cuando el virus afecta de forma grave a algunos pacientes llevándolos a una situación crítica. La tormenta inmunológica, le llama.
Al parecer se produce un grave desequilibrio en nuestras defensas, una reacción exagerada que causa graves daños en múltiples órganos y sistemas y que puede llevar a un fatal desenlace. Nos dice que el cuerpo en un intento de mantener la alerta defensiva, nos traiciona.
Me paro más adelante en las dos únicas noticias que, según la Vanguardia, merecen una doble página. La primera, la reanudación de las obras de reparación de Notre Dame gracias a los 900 millones de euros que particulares y empresas han prometido para costear su reconstrucción. Vincent, un analista financiero que aparece en la noticia, llega a decir que no cree que el sistema sanitario necesite más fondos, que todo ha sido un problema de mala organización y gestión de recursos. Otro que solo ve su ombligo.
Más adelante, en la sección de economía, también a dos páginas, nos dan la noticia de la reanudación del trabajo en el sector de la automoción sin mencionar si estos coches serán eléctricos o no.
Al igual que el cuerpo humano nos traiciona frente a la enfermedad con la tormenta de citoquinas, ¿no nos estará traicionando, una vez más, el sistema destinando recursos donde no hacen falta, mientras medio mundo está amenazado por las consecuencias de esta crisis?
Imagen del incendio de Notre Dame que, para algunos, simbolizó el final de una época.