HISTORIAS DE LA CONFINACIÓN DÍA 10
CÉSAR FARRÉS
Desayuno medio aburrido, medio rutinario.
Mientras se hace el café, cojo un bolígrafo y dibujo inconscientemente sobre una servilleta de papel, apretando con fuerza. Veo que la consistencia de la servilleta no es la que tendría que ser, medio se estira, medio se rasga…
Pequeñas y barrocas obras de arte, caras extrañas, signos, caminos que parecen rodear un objetivo, espirales concéntricas, algún rayo a modo de graffiti, virus, tachaduras..., Algunos interrogantes sinuosos alivian la tensión que me provoca, intentar untar una tostada con mantequilla recién salida de la nevera.
Un resultado preocupante. Claro, se rompe.
Ligo cables y pienso...este gobierno está recién salido de la nevera.
La pétrea mantequilla esta rompiendo las tostadas, una tras otra,... una tras otra…
De vez en cuando consigo prepararme alguna con éxito.
Ahora, el zumo de naranja. Cabreado, vuelvo a coger el bolígrafo al ver que las naranjas no están frías. Lo estoy haciendo todo al revés, sólo falta que me explote la cafetera.
Bueno…bueno, tranquilo...
Solución, si mañana dejo la mantequilla fuera y meto las naranjas en el frigorífico, desayunaré “come il fau”.
Escogeré un papel con la textura y el gramaje adecuado, un lápiz de mina muy blanda (8B) y me pondré a dibujar con todo el material necesario.
Con un trazo cómodo y suave, podré visualizar con claridad las sombras y las luces de la esperanza.
Pero....QUIÉN TIENE MI SACAPUNTAS !!!??