DESCONFINACIÓN 15+St. J 7

César Farrés

Suena la alarma de mi telf, a una hora que mi memoria la recuerda mas de entrada 

que de salida, el sol todavía no ha hecho el gesto de asomo. 

Ya estoy desayunando y me voy a equipar.

Equipo de verano: Adidas LQH–V. 

Para los inexpertos os explicaré en que consiste. 

Calzado Adidas, un modelo que en principio se utiliza para uso diario y que ha ido degenerando en la mejor “plurideportiva/todoterreno”. Fútbol sala, tenis, footing, gimnasia, etc… incluso una vez, las utilicé para hacer remo. 

Es el modelo SAMBA, las mías concretamente son granates y tengo que decir, que todavía no han perdido aquel toque “modern-cool”. 

Vestimenta LQH.

De la gama LQH existe la variante C, sería el Conjuntado, suele ser siempre azul marino o blanco, (pantalón y polo) mientras que la V, Variado, admite cualquier combinación. Perdón LQH es: Lo Que Haya.

En mi caso un polo kaki bastante “tronadillo”, como suelen ser todas las LQH 

y una bermuda con sus bolsillos, pinzas y dobladillo, igualmente decadente. 

Los calcetines, tipo Decatlon negros, bastante correctos.

Para haceros una idea visual, mi LQH es sin gorra, me parece bastante ridícula 

y del casco mejor ni hablar. 

Ya tenemos el conjunto, ahora vamos a la “bike”.

Para ir acorde, necesitaríamos un modelo de no menos de cinco años, 

con cambio y ruedas de tacos caso de ser un “mountainbiker”. 

La marca daría igual, a poder ser que no sea Decatlon.

Salgo del ensanche con destino a la Carretera de la Aguas. Para hacer frente al tramo que me espera y supera, pongo la combinación menos cansada y mas ridícula, plato pequeño-piñon grande. Pedaleando sin parar, con 0 resistencia y moviéndome 

mas despacio que si fuera andando, paso el rato ejercitando no sé que parte 

de mi cuerpo. Una imagen bastante patética.

Primera parada, Fontana, aprovecho para hacer una llamada. Efectivamente, me confirman que la Carretera de las Aguas, está peor que el Metro de Shangái.

Cambio de planes, me meto por Asturias con la intención de comprarme una birra 

en el “paki”, ver la gente pasar y alelarme un rato.

Los ciclistas emperejilados, con equipaciones profesionales, coloristas-fluorescentes, hacen que Gracia parezca el parque de los Príncipes en la etapa final del Tour. 

Me dañan la vista.

ME PONGO LAS GAFAS DE SOL... EN LA PLAZA

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