Relato 48

Joan Crosas

Jailson tiene una tienda de productos alimenticios, de limpieza y un poco de todo en Itapipoca. Lleva años descontento con la marcha de su negocio en esta ciudad del estado de Ceará, al nordeste de Brasil. Desde que abrieron una gran superficie cerca, le han bajado mucho los ingresos y apenas le da para comer. Busca culpables de su desgracia por todas partes.

Charles es americano, de Ohio. Tiene una pequeña gasolinera con un bar de carretera en las afueras de Chattanooga, donde se bifurca la ruta 27 en la 27 y la 127. El negocio no le va mal, le permite vivir bastante bien. Su mujer se pasa el día mirando Fox News y él no puede evitar sentirse influido por las mentiras que este canal de noticias emite sin parar desde que se creó hace unos veinte años.

A Jailson y a Charles les infectó un virus parecido. El primero era vulnerable debido a su precaria situación y a la corrupción de los gobiernos del PT de Lula da Silva y Dilma Rousseff y al segundo por la intoxicación que, a través del canal preferido de su mujer, fue minando sus ideas políticas.

Son dos virus de la familia de los SAIS (“severe acute ignorance síndrome”) muy parecidos y que han hecho mucho daño en EEUU y Brasil desde que aparecieran en las campañas electorales de noviembre de 2016 de uno y en las de octubre del 18 del otro.

Una parte del cerebro (igual que en el caso del Coronavirus la proteína S de la superficie de la célula permite que el SARS se adhiera e introduzca el material genético que hará que el virus se replique en ella) se relaja y permite que las mentiras de estos líderes populistas se incrusten en el cerebro y domine sobre todas las otras cosas, la ignorancia y la estupidez, que llevó en su día, a unos arrepentidos Charles y Jailson a dar su voto a estos candidatos y que permitió que países tan importantes como EEUU y Brasil estén gobernados por semejantes ignorantes.