DESCONFINACIÓN DÍA 15+ ST. J 12+1
César Farrés
Cualquier excusa, por mas absurda que fuese, justificaba la pelota por delante de todo. Poco a poco iba dando muestras de sus cualidades.
El veneno de la esférica formaba parte de su ADN.
Escalando en el baremo futbolístico, pudo llegar a jugar en algún equipo de los llamados grandes, ofertas no le faltaron.
Pero en aquellos tiempos, el sensato comentario familiar “lo primero es lo primero”, le obligaba ha ir dejando la práctica profesionalizada del deporte Rey.
La curva de su implicación, con el paso del tiempo, iba disminuyendo.
A partir de una edad se convirtió en mero espectador, técnico/crítico, no “hooligan” y apreciando lo que la mayoría de aficionados ni si quiera veían.
Tribuna baja superior en el estadio, reuniones privadas con grandes pantallas, cenas de “gurmets” profundamente barcelonistas, bares específicos abiertos a puerta cerrada. Defensor de la técnica/estética como espectáculo, Marcial, Velázquez, Cruyff, Guti, Ronaldinho, Romario, Laudrup, Ney… y pocos mas… hablo de terrestres...
No sabía que le estaba ocurriendo. Una de sus “drogas” preferidas, le volvía en su contra, como un búmeran, causándole un efecto contrario al esperado.
El impacto del balón, la percepción de la situación de sus compañeros en el campo, el empalme perfecto y finalmente, la red del equipo contrario humillada por la clarividencia.
Aquel rugir de la masa, alentando la máxima realización y expectante de la mayor habilidad, se ha convertido, de momento, en una vulgar atracción de feria.
Ahora los encuentros son sin gente, sin el espectáculo, sin abrazos, sin “twist”.
Limitando actuaciones, el mayor circo del mundo, se convierte en un sencillo encuentro de profesionales castrados de expresiones y sensaciones.
Vitello Tonnato sin salsa.
OTRO ABURRIMIENTO…