DESCONFINACIÓN DÍA 15+ ST. J 14
César Farrés
Un alivio para sus padres. Las niñas en el parque, ya podían jugar juntas.
Cuando Tany se hartó de hacer comiditas con tierra y agua, preparando sopitas para su muñeca, vio aquella Nancy último modelo.
Con una coleta de largos cabellos brunos, vestida modernamente informal, le hacía sentir envidia y no pudo mas que intentar arrebatársela.
Amargada o mimada niña que sin mas, quería a toda costa, la Nancy de su amiga.
Resultaba inverosímil oír la rabieta fuera de lugar de Tany, sin que sus padres la llamasen la atención. Viendo la actitud de sus progenitores, tolerantes con las impertinencias constantes de la pequeña, podíamos entender aquellas malas formas y expresiones imperativas.
Descendiente de un guarda de fronteras mejicano, militar que defendía la “marca”, del inventor del pelotazo en Sudamérica y de una retahíla de cruces familiares de conveniencia, Tany se seguía enredando, incluso con sus partidarios, por conseguir el trocito de un pastel sin guinda… por conseguir a la Nancy.
Ahora, se ha metido no en un parque ni en un jardín, como mínimo en el laberin d‘Horta, que dicho sea de paso, fue creado por una aristocracia culta e ilustrada y que con el arquitecto italiano Doménico Bagutti, llevaron a cabo dicha maravilla.
Un laberinto no es un jardín.
Le resultará difícil orientarse para encontrar una salida digna, o mejor dicho una salida. La dignidad para Tany no existe.
“La clase política”, sin clase y por lo que vamos viendo, sin política, prioriza, fregados grotescos con turbios objetivos, al momento pandémico de mas nefastas consecuencias que jamás hayamos vivido.
DEL LABERINTO A LA CALLE …